Y llegó la chica checa a España

por Charlotta June 04 | 2015

Y llegó la chica checa a España

Hola, mi nombre es Charlotta y tengo 27 años.

He practicado el masaje tántrico por varios años. Después de adquirir suficiente experiencia, mi hobby se convirtió en mi trabajo de tiempo completo. Durante cinco años trabajé en Praga como terapeuta tántrica. Y entonces recibí una oferta en la soleada España por parte de Hegre.com. ¡Ole!

Para alguien que adora el sol, el vino, el mar y todo lo que ofrece el vivir en el Mediterráneo, esto sonaba como música para mis oídos. Me encanta viajas. Y me encantan las hermosas playas y el sol calentando mi piel. Pero, ¿podría mudarme permanentemente y no solo por vacaciones?

Solo puedo decir hola y gracias España, es todo. Llevaba poco tiempo aprendiendo inglés, pero a pesar de esto algo dentro de mi encontró la valentía para decir "puedo hacerlo".

Organicé algunas cosas antes de que llegará el día definitivo. Me paré en el aeropuerto de Praga esperando el vuelo a Barcelona. Estaba nerviosa pero lista para empezar una nueva vida.

Los primeros días fueron difíciles. Pero el sol caliente, el mar y la arena fueron la manera perfecta para relajar mi pequeño cuerpo de Europa del este. Visité mi lugar de trabajo, el maravilloso templo tántrico de Hegre.com. Inmediatamente me sentí cómoda ahí; todo está en su lugar, ¡Es simplemente increíble!

Y tan solo una semana después recibí mi primer pedido. Mi cliente tenía que llegar al día siguiente y estaba nerviosa. ¿Será suficiente mi inglés? Tenía un gran profesor en Praga, pero aun así dudaba poder hacerlo.

Una vez que empezó la sesión todo se volvió automático. Mi cliente estaba realmente feliz (Espero que me acompañes pronto y reserves tu propia experiencia tántrica especial). E incluso superé mi miedo escénico inicial y pude hablar inglés.

Estoy segura de que habrá buenos y malos momentos en mi nueva vida. Pero una cosa es segura, escribiré sobre ellos en mi blog. Y puedes reírte de las aventuras de una chica checa que se fue a España.

Con mucho amor, Charlotta.