Mirta es una de esas chicas que se alimentan de la atención.

LO CUAL ES una ventaja para ella, pues Mirta sabe cómo y cuándo conseguirla. Nacida de padre italiano y madre checa, esta exótica chica de 21 años no le teme a la cámara y tiene esa clase cuerpo que al pasar provoca que las todas las cabezas se giren. Ha viajado bastante para su edad y trabaja de noche en un bar propiedad de su familia.

Es muy poco común para un fotógrafo encontrar a una modelo tan fotogénica que se sienta tan a gusto frente a la cámara como Mirta. Depués de repetirle varias veces que mantuviese las piernas juntas, Petter se dio por vencido y acabó haciendo las cosas a la manera de ella. El resultado, no hace falta decirlo, fue maravilloso. Por las venas de esta mujer corren pasión, energía y belleza.

Por suerte Petter estaba allí para documentar estas cualidades con lujo de detalle.