Petter conoció a Gislane por puro azar mientras se paseaba antes del anochecer por un gran centro comercial en el centro de Florianópolis.

PARA NOSOTROS fue un gran golpe de suerte que ellos se encontrasen. Los largos cabellos espesos y rizados de Gislane sirven de complemento perfecto para su increíble cuerpo y su personalidad alegre. En sus ratos de ocio le gusta bailar y tiene la esperanza de irse a las costas de Miami algún día para bañarse bajo el sol.

Antes de trabajar con Petter, Gislane nunca había posado desnuda, pero se dio a la tarea como una profesional y aguantó sin problemas una sesión fotográfica de más de dieciséis horas, ¡y era apenas el primer día! Se suele decir que Brasil es una tierra de diversidad, y Gislane dio una buena muestra de ello al improvisar para la cámara una amplísima variedad de caras a pesar de su inexperiencia.

Brasil está muy lejos del hogar de Petter, pero el viaje valió la pena cuando se topó en su camino con Gislane.