Cuando Maja fue con su amiga Anna a visitar a Petter Hegre, que entonces estaba de viaje en Polonia, no tenía ninguna intención de modelar.

¿POSAR DESNUDA? Para nada. Acababa de salir de la escuela preparatoria y era demasiado tímida, dijo; sólo había ido para darle ánimos a su amiga. Petter hizo unas pocas fotografías preliminares de Anna, y cuando empezaron la sesión los ojazos marrones de Maja se fueron haciendo más y más grandes; cuando acabó, ella se quedó sentada, nerviosa, al borde del asiento.

Hegre le preguntó si le podía hacer unas fotos de prueba, sólo para divertirse. Ella asintió y posó tímidamente. Quítate la blusa, sólo un momentito… ella se la quitó, y él le tomó un par de fotos más. Y tus pantalones de mezclilla, por favor… ella se quitó los pantalones, el brassiere de algodón blanco y sus minúsculas braguitas, irguiendo su larga espalda; estaba tan entusiasmada que no quería que se acabara la sesión.

Y luego filmaron una película: Anna y Maja en la Cama, en la que Maja demostró que no tiene nada de tímida.